Siempre han sido inevitables las comparaciones entre la obra de BioWare y la de Lucas. Que Mass Effect sea conocido como el Star Wars del siglo XXI es por algo más que meras coincidencias, pero con toda la información de un universo completamente nuevo que nos han detallado en una saga de videojuegos y lo mucho que nos han dado para explorar y descubrir, hay quien piensa rotundamente que Mass Effect es muy superior a Star Wars.

Pero no vamos a comparar nada más allá del parecido en el cambio de ambientaciones que se sufrió entre las primeras y las segundas partes. Tanto Mass Effect 2 como El Imperio Contraataca eran entregas mucho más oscuras que las originales, pero el paralelismo no continúa con los finales de las trilogías. Mientras que El Retorno del Jedi cierra la saga con un final feliz para todos, BioWare hace lo que siempre se le ha dado mejor, y es conseguir que no todo sea blanco o negro. El cierre de la trilogía es agridulce, no sólo por sus momentos finales que han generado tanta controversia, sino por todo el proceso previo.

La destrucción de la galaxia a manos de los Segadores es inminente, y sólo todas las razas unidas pueden conseguir llegar a la salvación de la amenaza. Todas tienen problemas, tanto propios como entre ellas, y cómo no, Shepard es el único que puede orientar a toda la galaxia en la misma dirección. Krogan, Asari, Turianos, Salarianos, Quarianos,… Todos unidos para salvar la Tierra, aunque primero, todos ellos nos pedirán que resolvamos sus problemas internos. En esta ocasión BioWare no nos muestra tanto compañerismo, y sí mucho egoísmo. Incluso aliados de anteriores entregas que ahora gozan de una vida pacífica eligen no apoyar a Shepard directamente presagiando un oscuro final, optando por vivir sus últimos (o no) momentos en la felicidad que tanto les ha costado construir.

Pero para llevar a cabo la tarea de salvar la galaxia necesitaremos tantos recursos como sea posible, y eso es lo que intentaremos conseguir. No compañeros de batalla, sino ejércitos enteros. Soldados, científicos, médicos, espías,… Toda ayuda es poca, aunque junto a Shepard habrá un reducto de aliados, los más allegados y alguna nueva incorporación, que serán quienes nos acompañen en el campo de batalla para hacer frente a las abominaciones de los Segadores y al grupo rebelde Cerberus, comandados por el Hombre Ilusorio que ya nos ponía la piel de gallina en Mass Effect 2 con todo el misterio que le rodea.

En batalla, Mass Effect 3 es más profundo que la segunda entrega, aunque no cuenta con tantos árboles de habilidades y tanta gestión de inventario como en el original. Han encontrado el punto intermedio perfecto entre el rol occidental y la acción, dándonos una experiencia de combate entre coberturas, esta vez con muchas más posibilidades y mucha más variedad de enemigos y situaciones. Aunque esta vez no tendremos un momento para respirar, quizá nos falta un poco más de exploración y nos sobra algo de acción, aunque ni tanto ni tan poco. No es que estemos durante todo el juego abatiendo Segadores en combates de proporciones épicas, pero tampoco nos faltarán nuestros ratos para deambular por la Ciudadela o para ir piso por piso en la Normandía hablando con nuestra tripulación y entablando nuevas relaciones o fortaleciendo las ya existentes.

La sensación de libertad de decisiones desaparece ligeramente a medida que nos acercamos al final, donde casi parece que da igual todo lo que hayamos hecho durante nada menos que tres juegos, pero eso es sólo una ilusión. A medida que avanzamos en Mass Effect 3, tenemos más que nunca el peso de la balanza del universo en nuestras manos, y son nuestras acciones las que en muchas ocasiones deciden quién vive y quién muere, a veces incluso, sobre razas enteras.

El final de la saga puede agradar o no, pero de lo que no cabe duda es que todo el proceso previo es un regalo para todos los fans de Mass Effect, para quienes llevan siguiendo a Shepard desde el comienzo, y son éstos los jugadores que más disfrutarán del cierre de la trilogía, con infinidad de guiños, detalles, menciones y apariciones estelares de momentos o personajes de los juegos anteriores. Eso sí, quienes aún no hayan entrado en el universo Mass Effect, también pueden hacerlo perfectamente a través de esta entrega, ya que explicaciones de la historia previa y detalles del universo no faltan en el códice. Eso sí, se hartarán de leer…